LAS 7 MEJORES CANCIONES DE AMOR EN ESPAÑOL PARA PASAR SAN VALENTÍN
En perspectiva filosófica-teológica desde siete filósofos.
Educador, hijo, hermano, amigo
Por estos días la mayoría de personas anda motivada ya que de un modo u otro la festividad de San Valentín nos permite sacar a relucir ese corazoncito enamorado que aun sigue latiendo. Sí pues, sobre todo para los casados y los que mantienen relaciones largas de compromiso, esta fecha nos ayuda a escapar un poquito de la rutina, un día en el que “tendría” que ser diferente. No está mal, total, no se trata de gastar compulsivamente sino de ser creativos y de buscar/reconocer lo esencial de esta celebración popular: la existencia del Otro.
Exacto. Lo verdaderamente importante de San Valentín no es el desenfreno por cumplir una rutina comercial sino recordar que inmenso don es la existencia de aquel/aquella que nos ayuda a ser una mejor persona, que nos ayuda a ver que las puertas de la felicidad solo se abren de adentro hacia afuera y que el verdadero amor es aquel que nace de una decisión libre, pero comprometida, y que es forjada en el tiempo y la adversidad. Si San Valentín no recuerda esto entonces es mejor que se suprima semejante ridiculez.
Por suerte hay piezas musicales que nos ayudan a reconocer lo esencial de esta fecha, y esto lo afirmo, porque lo más importante de una canción es el contenido, su letra. Efectivamente, por medio de las letras se nos hará más fácil reconocer el amor verdadero (compromiso-eternidad-entrega) y no sus remedos (sexo libre-caducidad-conveniencia). Claro, la sonoridad como melodía y la performance vocal también son importantes, pero, porque estas resaltan un buen contenido. Ahora comprendemos porque una canción merece ser recordada.
Estas son las siete mejores canciones de amor en español por San Valentín en perspectiva filosófica-teológica desde la lectura de siete filósofos:
1.- “TAN ENAMORADOS” (1988) - Ricardo Montaner
“Tan enamorados” desde Santo Tomás de Aquino
Desde un comienzo la canción es una apuesta por el amor trascendente, es decir, el autor original, el italiano Guido Morra, intuyó que si el amor no apunta a la eternidad, superando lo temporal, entonces no se puede decir que uno está “tan” enamorado. Cuando Montaner canta: “Quizás te puedas preguntar, ¿qué le hace falta a esta noche blanca?, a nuestras vidas que ya han vivido tanto, que han visto mil colores de sabanas de seda”, está mostrando que una cosa es tener sexo por común acuerdo (dos egoísmos que solo buscan pasar el momento y llamarlo “amor”) y otra muy diferente es Amar, ya que en el Amor, una sencilla caminata bajo la lluvia y sin paraguas, es mil veces más significativo que todo un historial de sexo sin compromiso.
Pero aún más, si el amor no se proyecta a la vida eterna, el cielo, entendido como participación de Dios que es el Amor, entonces nunca entenderemos que nuestro amor, si es Amor, nunca se acabará sino que se acrecentará después de esta vida contingente: “Y te haré compañía mas allá de la vida yo te juro que arriba te amaré mas”
2.- “TE AMO” (1989) – Franco De Vita
“Te amo” desde Josef Seifert
Este tema del cantautor ítalo-venezolano Franco de Vita lo llevó a la fama posicionándolo en el puesto ocho del Billboard de 1989 y no era para menos.
Este tema es el ejemplo clásico de la intuición como modo de conocer. Cuando De Vita canta: “Te amo desde el primer momento en que te vi, y hace tiempo te buscaba y ya te imaginaba así”, nos muestra como se puede llegar a conocer a un Quien, al intuirlo radicalmente distinto de uno, y por ende, al reconocerlo como una existencia completamente novedosa en la realidad. ¿Cómo no vamos a amar a alguien de la cual no hubo, ni hay, ni habrá nunca nadie como él/ella?, ¿cómo no vamos a buscar e imaginar a alguien único e irrepetible capaz de amarme a mí a ese nivel de exclusividad?
Más aún, cuando De Vita dice: “Te amo, aunque no es tan fácil de decir, y defino lo que siento con estas palabras…Te amo”, está tratando de conceptualizar una realidad que supera el lenguaje pero que puede “sentir” (como intuición). Este esfuerzo por conceptualizar con una frase lo que toda persona re-conocida merece, le permite intuir el Amor como un camino que no debe tener final (el Amor como eternidad): “tal vez nos volveremos a ver, mañana no sé si podré, ¿qué estás jugando?, me muero si no te vuelvo a ver”
3.- “ALGO MÁS” (2004) – La quinta estación
“Algo más” desde Tomás Melendo
Con su segundo álbum, “Flores de alquiler”, esta banda española afincada en México saltó a la fama en todo Hispanoamérica y no era para menos. El disco está muy bien producido y entre sus principales virtudes destacan la potencia vocal y las composiciones de la hoy reconocida cantante Natalia Jiménez. Pues bien, “Algo más” es el mejor ejemplo de esto.
El tema es toda una pedagogía del descubrimiento por experiencia del Amor, y es que esta palabra está siendo deformada y deconstruida en estos tiempos de relativismo y hedonismo campante. Sin embargo, Natalia Jiménez nos va cantando como el “querer” ya no es suficiente cuando se puede “amar”, y como este “amar” ya no es suficiente cuando reconocemos que hay “algo más” y que no hace daño por su exceso: “A veces pienso que te miento, cuando te digo que te quiero, porque esto ya no es querer (…) Es algo más, algo que me llena, algo que no mata ni envenena, es algo más, algo más que amar”
Efectivamente, a contracorriente del pensamiento dominante, en la canción se nos muestra como el Amor y el acto de amar son infinitos (e insuperables), porque es infinita nuestra capacidad de ser más personas: “Es algo más que la distancia, que el dolor y la nostalgia, sabemos que eso no nos va a separar (…) y que lo nuestro crezca cada día más, porque somos algo más”
4.- “SOLO PARA TI” (2006) – Camila
“Solo para ti” desde Dietrich Von Hildebrand
De la edición especial del álbum debut de este trío mexicano llega este gran tema hecho ya un clásico de las baladas románticas en español. ¿Y cuál es el mérito de este tema?, pues fundamentalmente uno: la complementariedad radical de la radical diferencia entre un varón y una mujer que se aman (exclusividad): “Eres todo lo que pedía, lo que mi alma vacía, quería sentir. Eres lo que tanto esperaba, lo que en sueños buscaba, y que en ti descubrí”
El descubrimiento del otro en cuanto Otro hace posible la vivencia del amor desde el ser personal y ya no solo desde el modo de ser (emotividad): “Eres todo lo que pedía, lo que no conocía y que en ti descubrí”, lo cual es válido no solo para las personas humanas sino también para el amor a Dios.
5.- “AMOR DEL BUENO” (2011) – Reyli Barba
“Amor del bueno” desde San Agustín
Las figuras del amor se muestran vivas en este tema ícono del cantautor mexicano Reyli Barba pero que a su vez revelan un trasfondo cristiano: “Como la lluvia en pleno desierto, mojaste de fe mi corazón, ahogaste mis miedos, como una dulce voz en el silencio, así nos llego el amor, amor del bueno”. Ciertamente, la fe para el amante es como la lluvia para el desierto porque esta, más que un merecimiento, es un don que proviene del cielo y que llega inesperadamente. En el amor no hay miedo, aunque no se “oiga” nada, porque al final el Amor siempre llega.
Está claro que el amor consiste en identificarse con el amado sin esquema alguno, pero además, este amar no solo me permite conocerlo mejor (develarlo) sino que me permite vivir una realidad más real: “Y así te fui queriendo a diario, sin una ley sin un horario, y así me fuiste despertando de cada sueño dónde estabas tú”
6.- “TE VI VENIR” (2002) – Sin bandera
“Te vi venir” desde Slavoj Zizek
El filósofo lacaniano es muy agudo en describir los riesgos en los que se puede caer ante la inminencia del amor como vivencia y es que la decisión de amar como exclusividad, corre el riesgo de convertirse en una obsesión ante la ausencia de la alegría: “Es poco lo que te conozco y ya pongo todo el juego a tu favor, no tengo miedo de apostarte, perderte sí me da pavor. No me queda más refugio, que la fantasía, no me queda más que hacer, que hacerte una poesía”. El acoso de las fantasías siempre está latente porque se puede terminar amando la proyección del yo y no a la persona en sí misma.
El riesgo de la ausencia de alegría es latente en el tema. Cuando Noel Schajris y Leonel García cantan: “Si tú ya no quisieras volver, se perdería el sentido del amor por siempre, no entendería ya este mundo, me alejaría de la gente”, están mostrando que en ese amor descrito se está corriendo al límite. El amor lejos de cerrarte al mundo, te lo apertura en su totalidad y este es el acontecimiento genuino.
7.- “UN QUERER COMO EL TUYO” (1990) – Ilan Chester
“Un querer como el tuyo” desde Martin Heidegger
Ilan Czenstochouski Schaechter, más conocido como Ilan Chester, es un prolífico cantautor venezolano-israelí que lastimosamente no ha gozado del reconocimiento internacional que otros compatriotas suyos del mismo género musical, como Montaner y De Vita, si han tenido. Pero eso no es impedimento si es que se trata de rescatar una joyita como esta y es que en el amor, el tiempo es el sentido mismo del ser, lo que nos permite acceder a él: “Cuando se tiene un querer como el tuyo, las horas no cuentan, el tiempo es amigo, mi vida contigo, no concibo algo mejor. Cuando se tiene un querer como el tuyo, las sombras se alejan, y queda el rocío, en ti yo confío, el quehacer del corazón”.
Las horas no cuentan en el amor debido a que este tiempo en un momento es un “no-presente” y después es un “todavía-no-presente” por lo que queda develado el “corazón”, como alegoría del ser personal y su quehacer: la confianza (con-fe), como camino seguro a la felicidad: “Será sincero si lo propio es lo común, amor del bueno cada vez que te recuerdo soy feliz”